Quiero definitivamente destinar mi primera publicación a un tema que me parece de una relevancia que no puedo ignorar y que creo pese a la información a la que he accedido, ni siquiera imaginar.. Pues ante nuestros ojos se está llevando a cabo la peor violación de los derechos llamados humanos, del sentido común, ley o derecho natural, etc., la más grande de todos los tiempos. A lo mejor muchos se van a sorprender, otros con desdén dirán que no tiene nada nuevo y que mi vehemencia no responde más que a un alarmismo provinciano o simplemente estúpido. Pero mi inquietud ante la gravedad de los hechos es mayor que la evaluación de los juicios que puedan emitirse ante esta publicación.
Hace unos años, cuando se anunció el experimento, me sentí contrariado al ver las implicancias que podía tener. Ver a científicos debatir de un y otro lado los pros, contras y naturaleza del proyecto, montañas de excitación y ojos brillantes de curiosidad, emocionados por ser los primeros, y por otro lado las montañas de incertezas, la facilidad de unos y otros para descalificarse, como si hablaran lenguajes distintos, no los de la sobrevalorada ciencia humana, que parece estar fundada en hechos irrebatibles rígidamente enraizados en la verdad, la certeza, que en este caso no aparece por ninguna parte, sino lenguajes que no se encuentran, con versiones distintas y hasta diametralmente opuestas, todas y ninguna válida, sólo teoría. El laboratorio a cargo, el CERN, señala que no existe evidencia empírica de que eventos o partículas catastróficas pudieran ser producidos por el colisionador, entre otros eventos señala que un hoyo negro que pudiera ser producido tendría una dimensión despreciable y que lo haría evaporarse al poco tiempo de concebido sin significar daño. Sin embargo, esa teoría de la evaporación de los hoyos negros es sólo teórica y no tiene base en evidencia alguna. Además la lógica nos advierte sobre un detalle, obvio pero digno de mención, que no sabemos todo, de lo contrario, de tener certezas verdaderas de los resultados de los experimentos éstos no tendrían objeto ya que sabríamos con certeza qué es lo que obtendríamos como resultado y no sería lo que es, un experimento, exploratorio, una jugada, en que haciendo chocar partículas con un juguete nuevo que inventamos queremos saber qué puede salir. En un tiempo en que los científicos afirman cosas inciertas vestidos de dioses, mientras una sonda Voyager pierde velocidad en los confines del espacio por motivos desconocidos, macerada en una materia oscura que nadie sabe qué es, un experimento Belfast comprueba extrañas propiedades atómicas de diluciones imposibles, secuencias de adn que parecen comunicarse por “telepatía” como los mismos científicos señalan y un experimento de doble ranura advierte sobre la consciencia de ciertas partículas subatómicas, un tiempo en que los científicos, los mismos que creen que un cometa puede apuntar un pesebre sobre la tierra, cuando la luna, más cercana es incapaz de apuntar una ciudad, parecen no tener evidencias a la altura de lo que ellos creen; cuando los “infalibles” reactores nucleares creados por estos Señores de Blanco, de las naciones más “avanzadas” del mundo amenazan la vida sobre el planeta desde la lejana Fukushima, se juegan un mundo, con su historia, sus hombres, sus animales, sus formas de vida, sus paisajes, ideas y probablemente otras formas de vida, de otros planetas, el sistema solar completo y de parte importante de la galaxia que en su totalidad podría verse gravemente desestabilizada o colapsada por un hoyo negro en su disco y no en su centro como se ha comprobado hace poco que tiene. Estamos presenciando en un silencio increíble, la construcción y puesta en marcha del juguete y el experimento más estúpido de que tenga conocimiento nuestra historia.
En esos momentos, en las vísperas de la puesta en marcha del juguete nuevo, me sentía nervioso. Lo comenté a algunas personas, pero la mayoría lo siente tan lejano, como el desastre japonés de Fukushima, que de no estar próximo no existe, a no ser que su hálito ponzoñoso sea transportado por quien sabe qué corriente, a este país del fin del mundo. A mi novia finalmente le dije, lo que concluí de un razonamiento hermanado con la fe. No puede ocurrir algo tan aberrante sin que Dios haga algo. Nueve días después de puesto en marcha, el juguetito debió ser detenido. Se había averiado por motivos desconocidos. Un científico que dirigía el proyecto fue procesado por presuntos vínculos con Al Qaeda y otros incidentes hacían prever que se repetiría la experiencia Estadounidense, que el año 95 había descartado un proyecto similar por motivos de extraños contratiempos que finalmente fueron mellando la paciencia del adinerado senado. Los científicos a cargo del proyecto comenzaban a ponerse nerviosos y declaraban irónicamente que el proyecto “no le gustaba a Dios”. Holger Bech Nielsen, del Niels Bohr Institute de Copenhage, y Masao Ninomiya del Yukawa Institute for Theoretical Physics in Kyoto, sugerían que era el boson de Higgs, la partícula que los científicos esperaban encontrar con el colisionador, podía ser una aberración para la naturaleza. Nielsen hablaba de mala suerte y que cualquier experimento similar sufriría la misma, saboteada desde el futuro por nosotros mismos, para evitar la catástrofe que surgiría de él.
Pasó el tiempo y el 2010 comenzaron de nuevo las pruebas a baja y subiendo a niveles medios de energía. Pero no estuvieron exentos de contratiempos y debido a ello se decidió detener el colisionador a fines de 2011, trabajando en reparaciones y mantención durante el 2012. Ahora extrañamente se decide retomar actividades el 2012, y eso no es todo, se planea llegar a los niveles más altos de energía para fines del mismo año. Un año y una fecha que está funestamente presagiada según algunos. Ya es estúpido el experimento, pero pese a que la superstición no es motivo para dirigir las vidas, suena sensato hacer algo así de arriesgado justo cuando una fecha ha sido presagiada para el desastre? Si te dicen que mañana morirás atropellado, haces mañana la excepción, lo que nunca haces y te vendas los ojos para cruzar corriendo la calle? Está bien no ser supersticioso, pero ser estúpido?
Tengamos fe, de que si del juguetito saldrá el fin de todo Dios evite su operación y continúen los misteriosos contratiempos que han venido aquejando al proyecto. De todos modos propongo que nos unamos de algún modo, los convoco, hasta ahora no he tenido el poder para ello ni sé cómo hacerlo, si alguien tiene ideas o sugerencias de sumarnos a otra ya en marcha espero sus respuestas.
Por ahora sólo encontré una página, en inglés http://www.lhcdefense.org. Es un sitio en el que se propone cierta resistencia al LHC, sin embargo ésta consta sólo de información, una sugerencia de apoyo consistente en una carta de protesta destinada a un parlamentario de Estados Unidos y la posibilidad de hacer donaciones a la fundación. Una vez más, lo poco resulta ser de países anglo parlantes, los hispano parlantes al parecer no tenemos sitios de protesta. Puede ser porque pocos saben que es posible destruir con un aparato humano, el planeta completo, no sólo lo que ven hasta el horizonte sino también parte importante de lo que ven en una noche estrellada.