No soy homofóbico, es lo primero que me gustaría aclarar. Tengo gente muy cercana que es gay y a quienes quiero mucho. Pero me considero objetivo, y así como sin ser feminista ni machista considero que hombres y mujeres somos distintos, me gusta abrir la puerta a mi novia y los gestos de caballerosidad, como también justifico más que una mujer de un cachetazo a un hombre que un hombre a una mujer, como también el golpe de un hombre normal a un boxeador sobre el del boxeador a un hombre común. Creo que si bien no son aprovables en ningún caso hay diferencias fácilmente detectables cuando se echa mano al sentido común y a un criterio objetivo sobre los hechos y motivaciones. Creo en que si bien hombre y mujer deben tener las mismas garantías, tienen diferencias, y por lo tanto diferentes funciones en la familia, y en la sociedad, si bien con criterio se pueden manejar siempre casos especiales que pasen hacia un lado y hacia otro.
En el caso del matrimonio gay, se debe tener en cuenta que es otro tipo o modelo de convivencia, que se ha estudiado científicamente que todos los niños vienen desde millones de años desarrollando complejos sistemas de desarrollo basados en la observación e imitación de modelos, y que éstos deben estar constituidos por una pareja de hombre y mujer, está de más mencionarles para reforzar mi tesis los ya archimanoseados complejos de Edipo y Electra. No dá lo mismo quienes son los modelos parentales de un niño. Y esa es la función que da origen al matrimonio. Por lo que ya una pareja que no presta los modelos necesarios para la formación ideal de niños no es lo mismo, ideal. Está bien, muchos padres heterosexuales son agresivos o pésimos modelos paternales, pero proveer una pareja del mismo sexo es ya partir con una falencia en el modelo que tendrá consecuencias que todavía no se pueden determinar en niños ya que todavía se está estudiando, y cada vez se descubre mayor complejidad. Sin duda hay casos especiales de esos que hablaba en que niños podrán tener una buena formación, quizás en ausencia de todos lo modelos, quizás siendo criados por animales en la selva, pero son casos excepcionales que no constituyen la regla ni el ideal en el cual fundar familia, el pricipal bloque de armado de la sociedad. La unión homosexual puede no ser peor, ni mejor, pero no es óptima para los requerimientos formativos de niños. Además afloran las diferencias entre hombre y mujer, que necesitan de convivencia y complementación para nivelarse y potenciarse. Voy a poner un ejemplo. La violación o abuso sexual por parte de los propios padres sobre sus hijos es infinitamente mayor en el caso de hombres sobre las mujeres cuyos casos son casi cero. Y se sabe mucho que los hombres tienen conductas de mayor frecuancia, temeridad y promiscuidad sexual que las mujeres. Por ello, no por ideas preconcebidas sino basados en observación objetiva y estadística, el riesgo sobre un niño es considerablemente mayor cuando no se tiene una pareja hombre-mujer a su cargo. Siempre habrán casos que rompan la regla, pero la sociedad debe protegerse y sobre todo a los más vulnerables, niños, discapacitados y ancianos. Está bien, están los sueños de ser padres de muchos, pero primero están los sueños, y las vidas de miles de niños que podrían ser abusados en dichas condiciones, no todos, pero algunos podrían pagar el costo de una decisión tomada en pos de los sueños de hombres y mujeres adultos que quieren cumplir un sueño. Todo hombre debe respetar a su prójimo y no digo que deba discriminarse, ni maltratarse ni nada parecido sobre ningún miembro de la comunidad, pero la sociedad, repito, tiene responsabilidad sobre sus más vulnerables. Eso está sobre los sueños de algunos.
Siendo más específico, y yendo a la definición de la palabra matrimonio, ésta incorpora los términos hombre-mujer. Una unión que no cumple con la definición, no es matrimonio. Por definición. Es como si la definición de "rubio" incorporara la condición de cabello dorado o amarillo y quisiéramos, en pos de hacer más igual la sociedad que todos los castaños o morenos fuéramos llamados "rubios", para ser más iguales. Parece una bonita idea siempre actuar en pos de la igualdad, pero resulta ficticio pasar por alto diferencias que son evidentes, naturales e indesmentibles. Entre hombres y mujeres hay diferencias de la mísma índole, puede resultar bonito buscar la igualdad, suena pluralista, progresista, tolerancionista, etc etc, palabras que tanto pegan hoy, pero las consecuencias de ir contra lo tangible, existente, los hechos, puede resultar, como nos lo ha demostrado la historia una y otra vez; nefasto.
Las cosas deben ser bien estudiadas, con realismo, y con espíritu preventivo y protector antes que cumplidor de sueños. Espero por el bien de todos que podamos tomar buenas decisiones que nos ayuden a todos a tener una sociedad más sana y feliz.