miércoles, 24 de agosto de 2011

Alianzas consecuentes.

   
   En mi universidad el casino, o comedor, está administrado democráticamente por diversas alianzas que se alternan dependiendo de las votaciones efectuadas democráticamente cada año. Hace aproximadamente cinco años que el casino estaba a cargo de la alianza amarilla. La comida ha sido pésima desde entonces. Cada año los mismos miembros de la alianza amarilla alegaban por la comida y de vez en cuando mejoraban las condiciones, un poco la presentación o un poco la calidad o diversidad de las colaciones. Pero siempre fue insuficiente y la verdad, la comida sigue siendo incomible y grosera de cara, acusando un negocio que vulnera el espíritu estudiantil de la administración por medio de alianzas . Hace un mes cambió de administración, y ahora el casino está a cargo de la alianza azul. Han mejorado un poco la comida, pero ésta sigue incomible y cara como desde que entré a la carrera. Pero la alianza amarilla no está dispuesta a aceptar las mismas condiciones a que venían acostumbrándonos desde que tuvieron la administración hace cinco años y han comenzado a tomarse diversas facultades, destruyendo e inmovilizando gran parte de la universidad. La administración azul está tratando de mejorar aún más y la verdad es que el casino funciona mejor que nunca, sin embargo la comida todavía no es rica y el precio, aunque un poco más barato, sigue sin ser proporcional con lo que debería cobrar una alianza de estudiantes. La verdad es que lo que reclama la alianza amarilla se ajusta perfectamente a lo que todos queremos, y es verdad que la comida es incomible, pero la justicia a veces no tiene que ver con hechos desnudos, medidos sólo desde la actualidad, sino que debe ser considerada en consecuencia con acciones precedentes, posturas y juicios anteriores, para así evitar una reacción vehementemente hipócrita y ciega a reparos. No sólo lo que es justo a todas luces justifica los medios y su grado de rectitud, sino que se condiciona también a la historia, los precedentes, evaluados desde un punto de vista objetivo y autocrítico. Las demandas del movimiento estudiantil, visto así, desde la actualidad desnuda es justa absolutamente, sin embargo, si se consideran los precedentes hay consideraciones enormes que deben ser concedidas a las propuestas de solución, en especial a los plazos para el plan de reforma, por mencionar una de las concesiones posibles.

   Una actitud previa es determinante en la evaluación de justicia de actitudes asumidas posteriormente, los hechos y las acciones exigen consecuencia de quien asume dichas posturas relativizando y complejizando la medida de la justicia y alejándola de los meros hechos desnudos.


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